lunes, 29 de agosto de 2011

El vuelo de una golondrina que se aleja siempre tiene el toque triste del calor conocido y agradable que se deja atrás, pero también se lleva consigo las semillas de un prometedor futuro lleno de aventuras aun no vividas. Solo depende de cada uno llegar a construir en realidad los castillos que están en el aire.

1 vuelo a ras de suelo:

SDLN dijo...

Exactamente...^^ La verdad es que siempre es bello y bueno volar, ese calor conocido siempre latirá en nuestro pecho endulzado o amargado de vida y recuerdos. Nunca es malo volar, lo que es malo es la autodestrucción. Y eso todos (supongo) queremos impedir.